Familia eres tú.
Y no hace falta que
te diga, pero te lo digo, que desde que te conozco, SIEMPRE, lo has sido. Que
eres y ya sabes, estás; salvavidas y a la vez hogar.
Que me encanta cuando
sonríes y lo haces de verdad, porque te sale, porque es una sonrisa sincera,
porque eres feliz. Y es que os juro que no hay nada más bonito en el mundo que ver
felices a las personas que queremos.
Familia eres tú
cuando me abrazas bien fuerte y me haces sentir que todo está bien, que todo lo
que me proponga voy a acabar consiguiéndolo, que voy a poder y además con todo.
Confías tanto en mí
como lo hago yo en ti.
Y es que siempre he
pensado que eres una persona especial, que tienes algo ahí que el mundo debería
empezar a valorar, que además de ser hogar y salvavidas, también eres magia y
refugio.
Familia
eres tú cuando entiendes mi caos, cuando nunca me juzgas porque sabes que no
soy perfecto, pero me aconsejas porque siempre quieres lo mejor para mí.
Familia
eres tú cuando a última hora cancelo los planes y lejos de enfadarte conmigo entiendes
que a veces, uno necesita estar solo. Y yo te doy siempre las gracias, por
entenderme y por tanto, y te digo “lo siento” y ojalá no te vayas nunca.
El mundo está lleno
de personas especiales.
De gente maravillosa.
Quizás solo tengamos que abrir los ojos y mirar un poco al lado.
Porque igual tu
hogar, tu familia, aquellos con quien puedes empezar hoy mismo a crear lazos
invisibles, pero a la vez indestructibles, están muy cerca de ti. Y yo solo
espero que los encuentres.