¿Cuántas
veces hemos mirado atrás? ¿Cuántas?
Que
alguien me lo diga, por favor.
¿Cuántas
veces nos hemos arrepentido?
¿Cuántas?
¿Y
si hubiera hecho las cosas diferentes?
¿Y
si no hubiera dicho esto?
¿Y
si no hubiera actuado de esta manera?
A
veces pasa que el pasado es un poco presente.
Los hay
que creen que los recuerdos pertenecen al pasado.
Y
qué ingenuos.
Nos
comemos la cabeza. Mucho.
Nos
culpamos de cosas que no deberíamos.
Recordamos
los errores de un pasado que querríamos olvidar, pero no podemos.
Recordamos
lo mal que lo hicimos y no sabemos perdonarnos.
Pero…
¿Y si lo hacemos? ¿Y si nos perdonamos a nosotros mismos?
Mirad,
yo me he equivocado demasiadas veces.
Pero
creo que ha llegado el momento de perdonar, de perdonarme.
Quiero
perdonarme por haber sido injusto con personas justas y haber dado mi confianza
a personas que terminaron siendo gran decepción, que terminaron yéndose.
Quiero
perdonarme por no haber dado todo de mi a personas que se lo merecían (y siguen
ahí) y haberlo dado todo a personas a
las que nunca les he importado.
Quiero
perdonarme por haberme dejado llevar por la tristeza,
compañía
en noches de lluvia debajo de una manta, que no arropa.
Tristeza,
que a la vez que Soledad,
me
han acompañado gran parte de mi vida,
de
una historia oscura como ese túnel en el que hace demasiado que no encuentras una
salida, una pequeña luz que te diga que esta vez, todo va a salir bien, que todavía
hay esperanza.
Porque
ya sabéis eso que dicen, que la esperanza es lo último que nos abandona… o que
se pierde, vete a saber tu.
Hoy
quiero perdonarme por equivocarme,
por
pensar que los malos momentos iban a quedarse ahí,
para
siempre.
Quiero
perdonarme por no pensar que a veces alguien puede llegar de un momento a otro
y enseñarme que la vida tampoco es tan fea como la pintan algunos, por no
pensar que a veces, esa luz al final del túnel de la que os hablaba, esa salida
de emergencia, está a mi lado. Y me quiere. Y todo es bonito.
Quiero
perdonarme por todo lo malo que he pasado.
Hoy
voy vivir. Voy a disfrutar. Voy a ser feliz.
Me
lo merezco.
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