Luchadoras.
Valientes. Trabajadoras. Invencibles.
Así
son ellas. Las que nos lo enseñan todo. Las que nos aconsejan, las que nos
acompañan, las que nos apoyan, nos quieren… pero también las que nos riñen, las
que se enfadan cuando no hacemos las cosas bien, y sin embargo, están siempre ahí.
Así
son ellas. Las que hacen lo imposible por sacarnos adelante por muy oscuras que
sean las cosas. Las que sufren cuando nos ven tristes, cuando no sabemos por
donde tirar. Las que sin preguntarlo, nos tienden no solo la mano, sino el
brazo entero. Las que nos dan todo sin esperar nada a cambio. Las que piensan
siempre en nosotros porque nosotros, precisamente, somos su bien más preciado.
Este,
y todos los días, son su día.
El
día de las madres luchadoras, valientes, trabajadoras e invecibles.
A
quienes se lo debemos absolutamente TODO.
Y…
también, si me lo permitís, hago especial mención a mi abuela, que más que
abuela, madre. Que a nada ni a nadie se le ocurra nunca separarme de ella,
porque este y todos los días de mi vida, son nuestros.
FELIZ DÍA A TODAS ELLAS.
Y por
supuesto, también a ti,
que
brillas todas las noches desde el cielo.