Siguiendo
un poco la estela de las últimas entradas del blog en las que os he hablado un
poco sobre temática LGTBI esta semana también me gustaría volver a hacerlo, ya
que desgraciadamente es algo que está al orden del día.
Y
digo desgraciadamente porque, por desgracia, estando en el siglo en el que
estamos, estando en el año en el que estamos, la homofobia y las agresiones al
colectivo lejos de disminuir están aumentando… y es que parece que en vez de
avanzar, el mundo va para atrás.
Hace
apenas unos días, leyendo las noticias de Facebook, como de costumbre, me
encontré con una exposición sobre el día del Orgullo en la ciudad de Sevilla en
la que aparecían fotografías de chicos besándose o, por ejemplo, la de un
homosexual posando con su hijo en mitad de la celebración del Orgullo de hace
algunos años.
Hasta
aquí todo normal. O por lo menos, así debería ser.
El
problema viene cuando horas más tarde vuelvo a entrar a mi pagina de Facebook y
veo que la noticia está llena de comentarios homófobos, que el Partido Popular
de Sevilla, como no, pide la retirada de esta exposición por ser “obscena” y “de
mal gusto” o leo titulares en algunos medios como “La pareja gay y su hijo que
han escandalizado a la sociedad sevillana.”
Y yo
me pregunto… ¿De verdad os escandaliza tanto ver a dos hombres besándose o
cogidos de la mano por la calle a estas alturas? ¿De verdad no lo tenéis
superado? ¿De verdad os escandaliza tanto que un niño pueda crecer con dos
padres?
A mí,
de verdad os lo digo y aquí sale mi vena más reivindicativa, que me cuesta
bastante entender y creer que todavía haya gente que tenga la mente tan cerrada,
que no sepa ver más allá, sobre todo cuando se trata de gente joven de mi edad.
Pero supongo que, como siempre, la culpa es de la homofobia de los adultos, de
lo que les han inculcado desde pequeños.
Y mientras
la gente se escandaliza por un beso entre dos personas de un mismo sexo,
mientras día a día se sigue agrediendo física y psicológicamente a una persona
simplemente por amar a alguien de su mismo sexo, mientras en los institutos
sigue habiendo chicos que no pueden ser quienes son en realidad por miedo,
mientras en algunos países el matrimonio homosexual es ilegal, todavía hay algunos iluminados que se siguen preguntando, muy dignos ellos, que para cuando el
día del Orgullo hetero.
Ay
señor, lo qué queda por hacer…
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