Supongo
que nos cuesta demasiado desnudarnos los sentimientos, sacar a relucir todo
aquello que una vez sentimos y que alguien, tiempo atrás, se encargó de
quitarnos; las ganas de sonreír.
Quizás,
hace tiempo que estamos demasiado rotos y desde entonces nadie ha estado
dispuesto a reformarnos la vida; el corazón roto. Sólo somos personas de paso,
ruinas a punto de derrumbarse, el interés turístico de muchas personas que nos
visitan, pero que no están dispuestas a quedarse, ni a acercarse demasiado a
nosotros.
Espero
que algún día entiendas
esa
urgencia en la mirada de alguien
que
hace tiempo está pidiendo auxilio en silencio.»
Este blog no admite comentarios. Pero
recuerda que puedes seguirme o dar tu opinión a través de Twitter mencionandome en @Difficultimes con el siguiente hashtag.