DONDE HABITA EL OLVIDO SUSCRIBETE A MI CANAL ESTO TAMBIÉN ES UN ABRAZO

sábado, 28 de septiembre de 2013

Encadenados al pasado.

¿Cuántas veces has dejado de hacer cosas que te gustaría hacer? ¿Cuántas oportunidades has dejado pasar? ¿Cuántas veces has pensado “No puedo”? ¿Cuántas veces te has quedado parado viendo como pasa la vida? Supongo que ahora mismo te estarás preguntando qué tienen que ver todas estas preguntas con tu pasado, con estar encadenado a él.

Hace unos meses, alguien me contó que estamos encadenados al pasado, que por culpa de él dejamos de hacer muchas cosas, que pensamos que “No podemos” cuando en realidad “No pudimos”. Hace unos meses, alguien me contó esta historia que os muestro a continuación:

“Cuando yo era pequeño, me gustaban mucho los circos, y lo que más me gustaba eran los animales. Me llamaba muchísimo la atención, el elefante. Después de su actuación, el elefante se quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de raíz con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.

 ¿Qué lo mantiene? ¿Por qué no huye? Cuando era pequeño, pregunté a los grandes. Algunos de ellos me dijeron que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia…

-Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente hasta que hace algunos años descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta. 

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. En aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca, era ciertamente, muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a intentar, y también el otro, y el que seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. Ahora es grande pero todavía tiene el recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor, es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente si podía. Jamás.... jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez.” 

Lo cierto es que nosotros somos un poco como el elefante de la historia, muchas veces hemos dejado de hacer cosas que nos gustaría hacer simplemente porque pensamos que no valemos, muchas veces dejamos pasar muchas oportunidades y pensamos que no podemos, cuando en realidad, no pudimos.

Vivimos con cientos de estacas que nos atan al pasado, que nos restan libertad, que nos paralizan y no nos permiten avanzar.

Dejamos de intentarlo, de luchar por conseguir nuestros objetivos simplemente porque hace tiempo, algo nos salió mal. Vivimos encadenados al pasado, sin saber que ahora, seguramente podemos con mucho más.

Creo que os hora de arrancar esas estacas que nos atan, y cambiar el “No puedo” por el “Sí, ahora sí que puedo.” Creo que es hora de intentarlo de nuevo. Quizás te sorprendas.
_______________________________________________________

Este blog no admite comentarios. Pero recuerda que puedes seguirme o dar tu opinión a través de Twitter mencionandome en @Difficultimes con el siguiente hashtag.